martes, 28 de octubre de 2014

Vida caprichosa

Hay veces que la vida te concede una segunda oportunidad...

Una segunda oportunidad para disfrutar de aquellos que no pudiste disfrutar, para enmendar errores que en su tiempo no pudiste solucionar, para sentir besos de verdad, para recorrer kilómetros al lado del mar, para devolver cariño y hospitalidad, para volver a comprobar que no existe distancia y sobre todo y, en este caso: para volver a disfrutar de la ciudad que me vio reír y llorar, aprender y caminar, amar y olvidar, recular y continuar, hablar y callar... En definitiva;volver a disfrutar de la ciudad que me hizo sentir de verdad.